viernes, 6 de julio de 2007

Torres de Parafina


Torres de Parafina representa toda una época en la que buscaba las metáforas más poderosas y absurdas posibles. Como un intento de juntar mi pasión por un contenido predominante y una forma propia. El tema (muy paradójico, estudiando yo arquitectura), es la megalomanía humana, el deseo de dejar su pirámide, su muralla china, su firma personal en el mundo a pesar de que a las mayorías "se las lleve la trampa" y tengan que pagar y trabajar en la realización de este sueño de una persona que, por supuesto, moverá suelo y tierra para ver su proyecto de glorificación personal realizado.


Torres de parafina.
Viendo el suelo desde sus perdidas alturas
lubricando los cirroestratos
trofeos de un Babel sin lengua
las construyeron los obreros
de algún capitalista
para glorificar su nombre
y riquezas
ladrillo a ladrillo,
pérdida a pérdida
como falos para retar al infinito universo
y asustar a sus pies a los toros de lidia
asestar un golpe al milenario suelo
para que leyeran en sus muros la condena
el epitafio
de algún eficiente contratista.
Torres de parafina,
sin ventanas donde discurran los fotones de un demiurgo
gnóstico, alma salina
que pretende alcanzar con las yemas de los dedos
el principio del lejano satélite
que ve derretirse
sillar a sillar (rosas en esos labios)
las torres elevadas en el cielo perfecto irascible.

18/3/2006

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