martes, 3 de julio de 2007

Huida fallida

Con poemas como estos me permito ir expresando poco a poco temas que son capitales en mi vida.

Acta est fabula.
Augusto

Te fuiste
como tantos peregrinos que huyen de su nombre
en fin
de la totalidad de su existencia
tatuando sus etapas en largas sentencias,
te fuiste a paso de atleta
primero, perdiéndote en la selva
despojándote de recuerdos, arrastrándome contigo
anclado a tus tobillos
al sabor húmedo de la lluvia
que caía
en cámara lenta
me llevaste... a regañadientes
como no podía ser otra cosa,
te perseguí con mi rostro
cual efigie antigua
como la furia de los dioses
la insatisfacción de mis sueños
sin cumplir,
te clavé las dagas que guardaba en mi bolsillo
para detenerte
y mis furias e insatisfacciones extensas
en la marcha forzada que seguías
en tu huída
en el vapor que veías elevarse
como una condena;
por la marcha que se hacía ya dificultuosa
te dejé morir
roto como una cadena
engarzado entre dos segundos
o dos rayos de luna y
los focos de los autos nos perseguían
acusaban a mi nombre tu perecer
aunque no había nadie
y no había razón alguna para no hacerlo,
mae, me volqué todo yo a esa meta
cada neurona, cada gota de sangre, cada miseria
cada segundo desde el momento de abrir los ojos
me volqué a esa meta
largamente pedida, por no sé cuántos minutos
te pedí regresar a tu paso
pero estabas ahí,
vuelto estático, como enervado por mi sola existencia
roto en eslabones en la noche
y avanzando con otro espíritu,
me tocó a mí morir,
en mi casa y fuera de tu presencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...Me siento demasiado identificado con ese poema...¿por que sera? la respuesta es obvia...por desgracia muchos nos hemos sentido asi con alguien mas, aunque en mi caso lo veo mas como un amor no correspondido...en fin, excelente poema, demasiado talentoso el muchacho!