lunes, 25 de junio de 2007

Bloody Manifesto


La poesia...una fijación de palabras en clave de ritmo, una construccion rápida o trabajosa de contenidos que expresan opiniones hondas sobre temas que tocan la realidad o el mundo de la persona. La poesía, es un arte, una forma de concreción de ideas que van más allá del aspecto formal o de la pura maestría e ingeniosidad de la metáfora y de los elementos que pueden considerarse como relevantes para esta. En realidad, el equilibrio entre forma y contenido en la poesía es indeseable, por cuanto llega a mediar en forma artificiosa entre los impulsos del escritor. De hecho, la poesía que he escrito por algún tiempo se ha fijado en el intento de profundizar en el contenido y hallar las maneras, la palabra, la profundidad propositiva para poder, posteriormente, darle forma a estos contenidos de la memoria, los ideales, la pura expresión y la "belleza".

En cuanto a la memoria, mi interés radica en minimizar la interpretación de los sucesos del pasado, presentarlos crudos, ofrecidos al lector en toda su dureza, como forma de adquirir una sinceridad personal. En cuanto a los ideales, mi interés esencial es la comunicación efectiva y carente de tapujos de las principales fuerzas que organizan mi vida, de manera que se de una verdadera manifestación de mi yo interior. Eso lleva a la pura expresión, puesto que la poesía, para aquellos que es expresión de formas superiores del intelecto razonante, que debe ser formalmente perfecta para alcanzar la belleza, que debe incluir con precisión y economía el conjunto de reglas clásicas (determinadas rimas, métricas, determinadas restricciones, etc), esos...están equivocados a mi parecer, lo cual no implica que no pueda apreciar estas formas de creación poética, pero en aras de una obra absolutamente honesta y contemporánea (en el sentido de expresar el mundo que vivo y no formas y vivencias anquilosadas en el tiempo) la poesía debe ser libre de expresar las cosas (cualquier cosa) , del modo que quiera, escrita del modo que sea y utilizando los recursos formales que requiera, sin compromiso alguno con influencia o corriente alguna. Eso lleva al aspecto de la belleza, pues la poesía, despejada de tapujos, secretismos, intenciones moralizadoras, figuras retóricas y licencias rígidas, recurrencias a modelos y particularmente, de formalismos perfeccionistas y de una inventiva rebuscada, llega a alcanzar una forma de belleza que es la forma de belleza que adquiere valor sólo con una implicación directa con ella: la belleza de la honestidad.

Me excuso de los diferentes grados de realización de este cometido, pero en ua búsqueda constante, los resultados de diferente grado de éxito se dan con una gran profusión y los recursos que una vez resultan exitosos, otras veces son inútiles. El propósito es, con el tiempo, adquirir un grado de habilidad que garantice resultados más o menos estables, siempre sin abandonar el propósito fundamental, de permanente búsqueda., de lucha perenne por la expresión, un compromiso en fin con uno mismo y sus propósitos y nadie más.

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